Historia
Antecedentes
En nuestro país el responsable sobre temas energéticos corresponde al Gobierno Central, de ahí la responsabilidad del Ministerio de Hidrocarburos y el Ministerio de Energías llevar adelante estos temas. A estas dos instituciones se suman los gobiernos subnacionales como los gobiernos Autónomos Departamentales cuyas competencias están enfocadas en la realización de “proyectos de generación y transporte de energía en los sistemas aislados”, “proyectos de electrificación rural” y “proyectos de fuentes alternativas y renovables de energía de alcance departamental preservando la seguridad alimentaria”. En la estructura esquemática institucional del Gobierno Central correspondiente al sector energético boliviano, no figura la participación de la Universidad Mayor de San Andrés, tampoco el apoyo a la parte académica e investigación en temas de energía.


La producción de Energía en Bolivia muestra que en los últimos 14 años casi se ha quintuplicado, pues la producción ha subido de poco más de 40.000 kilo barriles equivalentes de petróleo (kbep) a más de 160.000 kbep que se muestra en la figura 1. También se observa que el ascenso se debe exclusivamente al aumento de la producción de gas natural, quedando de manera constante las otras fuentes. Se observa también al gas natural con una participación del 80,7% del total, le sigue la producción de hidrocarburos líquidos (petróleo, condensado y gasolina natural) con una proporción de alrededor del 13,9%, lo que significa que casi la totalidad de la energía producida en el país (en precisión, el 94,6%) proviene de fuentes fósiles. En ese marco, la participación de las fuentes renovables de energía queda reducida a menos del 7% del total, la biomasa con el 4,5% y la hidroenergía con una proporción del 0,84%.

Las corrientes de agua, que pueden ser aprovechadas para la generación eléctrica. La mayor parte de esos cursos de agua están situadas entre los grandes ríos que circundan Pando y Beni, en toda la pendiente descendente de la franja oriental de los Andes a los valles, franja que va desde los Yungas de La Paz en el norte del país, hasta Tarija en el sur. De acuerdo con el estudio Evaluación de los Recursos Hidroenergéticos de Bolivia (OLADE, ENDE, 1984) el potencial hidroeléctrico de Bolivia está estimado en 39.856,90 MW de capacidad instalada, el mismo que puede generar 177.999,80 GWh de energía eléctrica. Con un máximo de 5,1 kWh/m2/día de electricidad por medios fotovoltaicos, en la región de los valles (Cochabamba, Chuquisaca y Tarija) el potencial de radiación puede generar entre 5,1 y 6,7 kWh/m2/día, en cambio en el Altiplano (la Paz, Oruro y Potosí) el potencial de energía solar puede llegar a generar entre 6,7 y 9,5 kWh/m2/día.

La Energía Solar, debido a que el país está situado en la franja tórrida del planeta (hacia el sur de la Línea del Ecuador), que es la zona de mayor y más constante radiación solar. Esa radiación solar que recibe el país, además se ve aumentada en los dos ramales de la Cordillera de Los Andes y en su meseta altiplánica, porque la altura a que se encuentran respecto al nivel del mar incide para tal efecto. (Lucano & Fuentes, 2010), la radiación solar existente en las tierras bajas del país (Santa Cruz, Beni, Pando y norte de La Paz) puede llegar a generar un y posteriormente por los clasificados en la categoría general. Estos últimos son todos los que realizan actividades comerciales y de servicios.
La Energía Eólica, también es importante en Bolivia, “el recurso eólico más robusto” está “alrededor de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en su mayoría al sur y al oeste del centro urbano”, “en la frontera suroeste de Bolivia con Chile y Argentina en el Departamento de Potosí”, “en un ‘corredor’ que va más o menos de este a oeste entre las ciudades de Santa Cruz y La Paz que corre al sur de la línea de transmisión de 230 KV entre Santa Cruz y Cochabamba y ligeramente al norte de la misma entre Cochabamba y La Paz”, “en un ‘corredor’ más o menos norte-sur entre el área justo al este de la ciudad de Oruro y al oeste de la ciudad de Potosí” Según el Atlas Eólico de Bolivia (3TIER, 2009).
Energía de Biomasa Forestal, es decir, leños y troncas que pueden extraerse del bosque, especialmente de la región amazónica, donde puede obtenerse entre 600 y 1.200 toneladas de biomasa por hectárea (ENERGÉTICA, 2012). Por biomasa también se entiende a los productos y desechos agrícolas, por ejemplo: la cáscara de castaña o la cascarilla de arroz, los desechos industriales (como el bagazo de caña), los desechos animales (como la bosta), y a los residuos humanos (como la basura). Si bien el volumen de estos tipos de biomasa está en directa relación al volumen de las actividades de donde proceden, en Bolivia todavía no existen estudios que hayan estimado los mismos.
Energía Geotérmica, es decir, esos manantiales de calor que surgen del interior de la tierra o la acumulación de bolsones de vapor en el subsuelo, que adecuadamente tratados pueden convertirse en fuentes de energía permanente, también son expectables en el país. En la Cordillera Occidental del país se han identificado 21 manifestaciones geotermales, de las cuales las de mayor interés son las del Sajama, Valle del Río Empexa y Lagunas del Sur, en cambio en el Altiplano se han identificado 8 y en la Cordillera Oriental 13 de estas manifestaciones geotermales, entre las que destacan las de Viscachani, Capachos, Tarapaya, Don Diego y Chaqui (Montes de Oca, 2005).